Vivencial

LA SERPIENTE DE SACO Y CORBATA

No hay nada peor que un hombre venenoso. 

Habíamos salido del trabajo a las 6 de la tarde en punto. Sin embargo, nuestro jefe convocó a una reunión para las 7 pm, una hora en la que ni Madeleine ni yo podríamos estar presentes. Sin duda fue la ocasión perfecta para que Luis -el chismoso y malintencionado de la oficina- desenvaine su lengua filuda en nuestra contra. Y así fue. 

De arranque, Luis inició su discurso diciendo que Madeleine no tenia voluntad para el trabajo y que, de cierto modo, me contagiaba su desistenrés. Nada más falso. Al día siguiente, ambas conversamos con nuestro jefe y pudimos convencerlo de que lo dicho por Luis era sólo un chisme. "Que venga Luis y no los diga en nuestra cara", exigimos ambas. Pero como el jefe es amigo de Luis, no le quedó otra cosa que justificarlo y disculparse con nosotras. Sin embargo, Madeleine no lo aceptó y se fue.