jueves, 4 de noviembre de 2010

Literatura

INVOLUCIÓN

Cuando la realidad supera la ficción.

Tras un sueño plagado de cosas extrañas y raresas, Emilio Rojas despertó convertido en un monstruo sin brazos ni piernas. Al levantar su cabeza, vio que de sus extreminades colgaban ramificaciones de plantas venenosas que abrían y cerraban sus hojas cada vez que se acercaban a su rostro desfigurado. De su cuerpo, sólo quedaba el color de la piel pues su textura era similar a la de un árbol viejo y seco. Con un grito se negó a aceptar la realidad. Aún sigo soñando- exclamó. Lamentablemente, no soñoba. Emilio Rojas, un hombre dedicado al estudio de plantas venenosas, se había convertido en una de ellas. 
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