miércoles, 3 de noviembre de 2010

Vivencial


¡VAMOS!
A TERMINAR LO QUE INICIASTE


Nuestros éxitos serán frutos del esfuerzo.


Caminaba raudamente hacia la universidad cuando me choqué con Madeleine, una ex compañera de trabajo que vivía cerca a mi destino. Madeleine era una chica divertida que siempre mantenía una sonrisa en sus labios pero esta vez la había borrado de su rostro.

¿Qué te pasa?, le pregunté desconcertada.  Sus ojos se achicaron aún más. Parecía que estaban cerrados. Nada, me respondío. ¿Cómo que nada?, vamos cuéntame, le repliqué. Con voz desganada me dijo que sus padres le habían pedido que terminara los cursos que había jalado en diseño gráfico. Sin embargo, no quería hacerlo.

Pensé decirle que era un floja, una vaga, pero sabía que eso no solucionaría nada. Así que le "pinté pajaritos en el aire" y le repetí mil veces aquel objetivo que una vez ella me contó: ganar un super sueldo. Después de dibujarle la vida que podría alcanzar si es que toma en serio su carrera, Made -como le decía- decidió terminar los cursos.

Para cerciorarme de que cumpla con su palabra, la acompañé al banco y luego a la universidad. La seguí hasta que estampe su firma y tenga su ficha de matriculada. Ahora, Made está a punto de terminar su carrera y siento que sus padres me adoran.

       

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